Hace un tiempo leí un ensayo llamado “Vuelva usted mañana” de Mariano José Larra, datado de 1833. Pues lo que debía ser una simple lectura, se convirtió en algo que me acompañará allá donde vaya de por vida. Me corrijo: allá donde vaya y me tope con un español. Españoles hay muchos, pero realidad solo hay una: somos vagos. Nos cuesta arrancar, cuanto más tarde arranquemos mejor, una vez arrancados vamos en modo ahorro y cuanto antes paremos, mejor. Y todos tenemos el mismo modus operandi, no se salva nadie, allá donde miro y veo un español… no falla. Y si te encuentras a un español en tierras extranjeras, entre personas que van a una velocidad decente, ya es algo descarado.
Puede que en unos años, un grupo de estudiados científicos nos desvelen que la causa es algo tan de moda como un gen. O puede que la respuesta esté en que ningún español escuchó las palabras que pronunció Benjamin Franklin cuando le preguntaron acerca de la clave de su éxito: “no dejes para mañana, lo que puedas hacer hoy”. Y si algún español lo escuchó, barajo dos hipótesis: o estará esperando a mañana para contarlo, o los que lo saben están esperando a mañana para ponerlo en práctica. Espero dar con la respuesta algún día… ¿Tal vez mañana?
No hay comentarios:
Publicar un comentario